
La pasada semana en la presentación online de los programas formativos de Docensas, el directivo de una pyme moderna, en el apartado de preguntas, habló de la formación continua como una herramienta clave en su estrategia empresarial. Es una afirmación que puede parecer obvia, pero sobre la que conviene reflexionar de vez en cuando.
Parece claro que la formación continua es herramienta imprescindible para que los trabajadores aprendan nuevos conocimientos, desarrollen las habilidades necesarias y adquieran competencias que les permitan afrontar los avances de su entorno laboral.
Además, el trabajador, cuando participa en programas de formación, obtiene otros beneficios como conocer más personas, aumentar su calidad de vida y bienestar mental, encontrar nuevas fuentes de inspiración, sentirse reconocido por la empresa y acercarse un poco más a su realización personal.
Descrita así, como paquete completo, la formación continua, cuando está bien diseñada e implementada, es un auténtico tesoro que las empresas y la sociedad en general debería mimar y cuidar.

Las entidades de formación tenemos la responsabilidad de hacer que cada acción formativa sea una experiencia única para el trabajador.
Entre todos, debemos favorecer la creación de programas formativos de calidad con alto valor añadido y rehuir de la contratación de cursos que sirvan exclusivamente para consumir el crédito de la formación bonificada u obtener certificados.
La carrera por la formación continua “100% bonificada”, mal llamada “gratuita”, hace que los cursos a veces tiendan a ser demasiado genéricos y superficiales, con contenidos poco adaptados a la realidad del trabajador. La reducida cantidad económica asignada por hora y por trabajador provoca también que se rebaje la calidad de los materiales y profesores/tutores.
Corremos el riesgo de que los trabajadores, año tras año, se vean obligados a asistir a cursos que no son de su interés y, por tanto, se genere una actitud de rechazo hacia la propia formación continua, desperdiciando una palanca clave para el desarrollo de nuestras empresas.
Los programas de formación especializada de Docensas, aunque pueden ser bonificados, se diseñan para que el alumno aprenda conocimientos cercanos a su realidad profesional, que satisfagan su necesidad de aprender y les permitan también crecer profesional y humanamente.
Aplicamos y probamos en cada edición nuevas metodologías y avances tecnológicos, pero creemos que la calidad de la formación no debe medirse por el uso intensivo de la tecnología, sino por el diseño cuidadoso del programa, la calidad de los contenidos y los profesores y tutores que lo imparten.
Próximamente, empezamos por quinto año el Módulo de Ingeniería de Elevación, en el que, mediante una combinación de jornadas presenciales, sesiones de videoconferencia, proyectos y trabajos en el campus virtual, el alumno adquirirá conocimientos que le servirán para proponer soluciones de elevación de mayor valor, aplicar mejoras en la gestión de la empresa y mejorar su comprensión sobre el sector a todos los niveles.
Para ello contamos con la colaboración de entidades y expertos de primer nivel nacional e internacional y con una atención personalizada a cada uno de los alumnos que cursan el Módulo.
Si estás interesado en conocer las metodologías, tecnologías y normativas, actuales y futuras, aplicadas en el sector del ascensor y buscas algo más que consumir las bonificaciones de las que dispone la empresa, matricúlate en esta nueva edición del Módulo de Ingeniería de Elevación.
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