Fondos europeos de «transformación» y pymes: un nuevo enfoque.

Vivimos momentos muy duros y los fondos europeos de recuperación, que más bien habría que llamar de transformación, se han convertido en un inmenso salvavidas o trampolín, para empresas y sectores industriales. La Unión Europea reacciona ante la crisis, haciendo política con mayúsculas y propone un cambio de modelo, basado en la transición ecológica y en la transformación digital, en el que todos los países, probablemente con la mayor intensidad de la historia de la integración europea, vayamos a una.

Las pymes son una apuesta clara por parte de los poderes públicos. Sin embargo, para conseguir este objetivo y cumplir con los dos ejes estratégicos establecidos por el programa NextGenerationEU, más los dos ejes directivos que añade el Gobierno de España, que son una España Cohesionada e Inclusiva y una España sin Brechas de Género, sería necesario adoptar un nuevo enfoque

Para ello, empezamos resaltando las diferencias que existen entre los distintos tipos de sectores y empresas, agrupándolos en cuatro categorías duales:

  • Ecosistemas industriales autóctonos compuestos por organizaciones independientes que cooperan entre sí, frente a sectores industriales oligopólicos.
  • Grandes empresas, integradas en ecosistemas de pymes independientes, frente a las megacorporaciones con cuotas de mercado cada vez más desproporcionadas.
  • Pymes independientes, gracias a una red diversificada de clientes y proveedores, frente a pymes dependientes de grandes corporaciones.
  • Organizaciones empresariales exclusivas de pymes, que federan asociaciones solo compuestas por pymes en pie de igualdad, y organizaciones empresariales sectoriales asimétricas en las que las grandes corporaciones tienen más poder, bien porque son las mayores contribuyentes, bien porque son las que pueden dedicar más tiempo a las relaciones institucionales.

Haciendo un símil con la naturaleza, los brotes verdes de una economía social y diversa no surgirán de alimentar una y otra vez a grandes corporaciones o de realizar ayudas cortoplacistas, sino de proteger, gracias a una estrategia global y de largo alcance, la rica vegetación formada por pymes, para que éstas crezcan y se multipliquen.  

Los políticos y funcionarios que deciden sobre los destinatarios de las ayudas de los fondos europeos de recuperación tienen por tanto la importante misión de identificar aquellos proyectos tractores que se basan en ecosistemas autóctonos, colaborativos e independientes

Otra clave para este nuevo modelo de ayudas públicas es la de promover casos de éxito de colaboración público-privada que puedan llegar a replicarse en otros sectores. Por ejemplo, en el sector de pymes ascensoristas se dan las condiciones idóneas para pasar de un sector progresivamente erosionado por las tendencias oligopólicas a un sector dinámico e innovador, basado en un ecosistema de pymes independientes.

¿Y cuáles son estas condiciones? 

El pasado mes de enero, el sector de pymes de ascensores respondió ágilmente, en tiempo y forma, a una convocatoria pública de manifestaciones de interés, proponiendo un proyecto muy potente al menos desde el punto de vista cualitativo. El título del proyecto es “Por un sector de las pymes del ascensor, integrado, sostenible, digitalizado y competitivo”. 

El proyecto no solo cumple, sino que supera todos los requisitos que se solicitan: una empresa líder, cuyos ingresos dependen en un porcentaje muy importante de fabricar ascensores para pymes; una Federación empresarial, con implantación nacional, exclusivamente formada por pymes; un centro de innovación público puntero en el sector y un grupo de empresas pymes de naturaleza innovadora. 

El proyecto es transversal y, por tanto, sus efectos impactan en varios ministerios. Por supuesto, en el Ministerio de Industria, con el que ya habido contactos muy positivos, pero también en los ministerios de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, de Asuntos Económicos y Transformación Digital,  Ciencia e Innovación, Educación y Formación Profesional, Transición Ecológica y Reto Demográfico, Trabajo y Economía Social e Igualdad. 

Estos proyectos merecen el tratamiento de proyectos estratégicos, no tanto por su magnitud económica, sino por la importancia para el cambio de modelo económico que se desea. Es decir, por ser el verdadero germen del nuevo modelo económico en el que se apuesta por un tipo de crecimiento económico diferente.

La mejor manera de tratar proyectos como el presentado por el sector de pymes de ascensores es su reconocimiento expreso como Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación (PERTE): un PERTE global que potencie ecosistemas industriales autóctonos basados en pymes

Si un PERTE de estas características no fuera posible, sería necesario el apoyo a la creación de oficinas de gestión de proyectos, bajo un sistema de colaboración público-privada, que aborden los retos de cada sector dentro de una estrategia global de largo alcance. 

En el caso de que ninguna de estas dos propuestas (PERTE u oficinas de gestión de proyectos) puedan llevarse a cabo, nos tememos que las pymes se perderán entre convocatorias de ayudas parciales difíciles de gestionar. 

Además, dado el origen europeo de los fondos, creemos necesario fomentar proyectos de sectores compuestos por pymes que tengan un potencial vertebrador de la Unión Europea. Los ecosistemas autóctonos, como el de pymes ascensoristas, existen en todos los países de la UE, por lo que favorecer la interacción entre estos fortalecería una Europa con un nuevo modelo económico basado en la innovación y diversidad. 

O aprovechamos, entre todos, políticos, funcionarios, empresarios y trabajadores, la ventana de oportunidad que se nos abre o, tras esta nueva revolución industrial y tecnológica, la desertización también llegará al terreno de lo económico. 

O un erial que beneficia solo a una minoría de empresas, o un vergel que nutre a cientos de miles de pequeñas empresas locales, bien distribuidas por todo el territorio.

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