Una de las características, muy positivas por cierto, de nuestra época es la mayor accesibilidad a recursos que, hasta hace no mucho, estaban en manos de unas pocas empresas:

• El acceso a innovaciones tecnológicas mediante la colaboración con proveedores especializados,

• Las posibilidades de hacernos visibles y de comunicarnos con nuestros clientes potenciales de una manera más fácil,

• Participar en procesos de aprendizaje avanzados mediante modalidades flexibles que permiten compaginar la formación con el trabajo.

Paradójicamente a pesar de estos avances, las pequeñas empresas, los David del sector empresarial, pierden cada vez más terreno ante el poderío financiero de las multinacionales, los Goliat de nuestro tiempo.

Si nos vale esta comparación, hoy día la honda de David, que lanzó la piedra sobre Goliat, sería la capacidad de gestión.

Y ahora como entonces, a los David de nuestra industria, a las pequeñas y medianas empresas de instalación y mantenimiento les acompaña algo que tiene un gran valor. Les acompaña la dignidad del servicio prestado de forma personal y el reconocimiento y el apoyo de una cartera de clientes ganada a través de los años con el esfuerzo y la paciencia.

Cuando se trata de prestar un servicio personalizado, las economías de escala de las multinacionales no siempre funcionan. El trato y la dedicación que aportan las PYMES bien gestionadas las convierten en gigantes cuando hay que dar servicio a una comunidad, empresa o particular.

Por tanto no sólo es una cuestión de marketing, sino de aplicar en la gestión los conceptos y las herramientas que están al alcance de todos. Desde Docensas, a través del programa Elevator Business Management (EBM),  trabajamos para que las PYMES ascensoristas, los David de nuestra industria, incrementen su capacidad de gestión.