En uno de los consejos diarios de la Fundeu BBVA, se indicaba que era adecuado utilizar el verbo calendarizar o agendar en español, y es que pocas cosas hay tan importantes como organizar nuestra agenda al empezar el año.

Cada vez que me entrego a esta tarea se me viene a la mente el escritor y profesor Stephen Covey y su “frasco con piedras que reflejan la vida”. Covey nos recuerda la importancia de priorizar, introducir en el “frasco” primero las cosas realmente importantes, para que las actividades secundarias no ocupen su espacio.

Cada uno tiene sus propios criterios a la hora de valorar qué es lo realmente importante para él… pero en esto, también estoy completamente de acuerdo con Stephen Covey en que lo principal es el TIEMPO que dedicamos a las RELACIONES y después está todo lo demás…

Tiempo que dedicar a las relaciones con la familia, con los amigos, con las personas que componen nuestro equipo, con los clientes, con los colaboradores, con los socios… y por supuesto, con uno mismo.

Para ubicar este tiempo a las relaciones dentro de nuestro “frasco” o agenda, tenemos que trascender a lo cotidiano, a las actividades que nos absorben diaria o semanalmente y reflexionar sobre un periodo de tiempo mucho más largo y pensando en aquellos que nos rodean.

De esta forma, habrá que agendar el 2017 pensando en los momentos que vamos a dedicar a nuestro equipo al completo. Por ejemplo, un encuentro a principios o finales de año que es el momento idóneo para analizar la situación actual y comentar los proyectos futuros. Interesarnos por las fechas y eventos que son importantes para los miembros de nuestro equipo (nacimientos, bodas, operaciones, celebraciones) y anotarlos para estar al tanto…

Más allá de formalidades impuestas por los departamentos de recursos humanos, al agendar debemos garantizarnos que pasaremos tiempo con cada una de las personas que dependen directamente de nosotros para escuchar sus proyectos, necesidades y ambiciones y, expresarles nuestros objetivos y expectativas.

Debemos también reflexionar sobre el tiempo que vamos a dedicar a nuestros clientes. Momentos de los que podemos sacar grandes beneficios porque con ellos sabremos realmente la percepción que el cliente tiene de nuestros productos y servicios y aprenderemos qué podemos aportarle. Y tiempo que dedicaremos a nuestros clientes potenciales, aquellos a los que sabemos a ciencia cierta que podemos aportar algo valioso.

Por último, es necesario dedicar tiempo a estar con los socios para debatir profesionalmente sobre los temas que son decisivos. La comunicación entre socios, aún más si la empresa es familiar, la damos por supuesta, como algo natural, pero es muy recomendable marcar en la agenda del año una o dos reuniones de socios como mínimo.

Esta semana es una magnifica oportunidad para reflexionar sobre lo prioritario y hacer que ocupe su merecido espacio, evitando que lo accesorio acabe asfixiando a lo importante.

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